El Alzheimer síntomas, cuidados y recomendaciones
El 58% de personas con demencia vive en países con rentas medias y bajas, esta cifra subirá al 63% en 2030
El Alzheimer es una enfermedad que cada vez afecta a una mayor proporción de población, y debido al desconocimiento de las causas que la provocan y al tratarse de una enfermedad degenerativa e irreversible, es muy importante que aprendamos el modo en que avanza y la importancia de la atención y ayuda a personas con Alzheimer.
- ¿Qué es el Alzheimer?
- ¿A qué edad suele aparecer la enfermedad?
- Diferencias entre Alzheimer y demencia senil
- Síntomas o cómo saber si tengo Alzheimer
- Fase inicial o etapa leve
- Fase media o etapa moderada
- Fase final o etapa severa
- ¡Cuánto dura la fase final en personas con Alzheimer?
- Una enfermedad que afecta también a los allegados del paciente
¿Qué es el Alzheimer?
Se trata de una enfermedad irreversible que desemboca en demencia y que va empeorando con el paso del tiempo, y conforme va avanzando, se presentan diferentes síntomas que vamos a describir un poco más adelante.
Desde una perspectiva general, la enfermedad de Alzheimer va afectando al cerebro, alterando las capacidades del paciente en materia de memoria, pensamiento, lenguaje, capacidad para reconocer a las personas, pérdida de otras capacidades como habilidades para hablar, leer o escribir, etc.
¿A qué edad suele aparecer la enfermedad?
El Alzheimer se puede dar a prácticamente cualquier edad, pero es cierto que generalmente no se presenta antes de los 60 años.
Es importante entender que, conforme vamos cumpliendo edad, el riesgo de padecer la enfermedad va en aumento.
También hay que destacar que los antecedentes familiares pueden ser indicativo del desarrollo de la enfermedad en sus descendientes.
Diferencias entre Alzheimer y demencia senil
Hay que partir de la base de que el Alzheimer es una enfermedad que desemboca en demencia, mientras que el concepto de “demencia senil” es ambiguo puesto que no se refiere a una demencia específica, sino que es un término que se ha venido utilizando para hablar de las demencias que se producen en las personas mayores.
De esta manera, es bastante complicado saber si el paciente tiene o Alzheimer, ya que al tratarse de una enfermedad que va a desembocar en demencia, los síntomas serán los mismos en diferentes pacientes con y sin Alzheimer.
Lo importante es saber que cuando se produce una demencia existe algún factor externo que la está desarrollando, ya sea Alzheimer o cualquier otra enfermedad o patología.
Síntomas o cómo saber si tengo Alzheimer
Es muy importante que aprendamos bien los síntomas del Alzheimer para poder detectar su presencia lo antes posible.
Si bien es cierto que no existe un tratamiento para esta enfermedad, también lo es el hecho de que detectarla a tiempo nos va a permitir mejorar las condiciones del paciente.
Esto significa que vamos a hacer todo lo posible por retrasar el desarrollo de la enfermedad, a la vez que mejoraremos la calidad de vida.
Antes de comenzar a enumerar los síntomas del Alzheimer, es importante que sepamos que vamos a encontrarnos con tres fases o etapas que son la etapa leve, la moderada y la etapa severa que es cuando la enfermedad se encuentra en su desarrollo más avanzado.
Fase inicial o etapa leve
Los encontramos en los inicios de la enfermedad, el momento perfecto para poder detectar los posibles síntomas y, en caso de que se observe la presencia de enfermedad, comenzar con el tratamiento y cuidados lo antes posible.
Entre los síntomas que se observan en esta primera fase podemos destacar:
- Pérdidas de memoria frecuentes.
- Cambios en su comportamiento.
- Observamos que ha modificado su personalidad habitual.
- Pierde la capacidad para organizar su vida.
Aunque durante esta fase no solemos solicitar la asistencia de profesionales en el cuidado de personas con Alzheimer, lo cierto es que puede ser beneficioso empezar a mantener los primeros contactos con el objetivo de garantizar la calidad de vida del paciente, logrando que exista una relación más directa entre el cuidador y la persona cuidada.
Fase media o etapa moderada
En esta fase es cuando todos los síntomas observados en la anterior etapa comienzan a agravar sus características.
Además, también se comienzan a observar otros síntomas adicionales como:
- Empieza a tener problemas para reconocer a sus familiares y allegados./li>
- Aparecen los problemas de incontinencia.
- Se reduce a mínimos la capacidad organizativa.
- No sabe qué edad tiene y desconoce la fecha en la que se encuentra.
- Presentan dificultad a la hora de conciliar el sueño.
- Pierde la capacidad de razonar de forma lógica.
- Ya no puede realizar cálculos matemáticos o lógicos sencillos.
- Su comportamiento comienza a ser más agresivo.
- Intenta escapar de las personas que lo están cuidando.
- Se acentúan los cambios de personalidad, teniendo un comportamiento más agresivo.
- Empieza a observarse comportamientos agresivos que van desde palabrotas hasta agresiones físicas, gritos, amenazas, acusaciones infundadas, etc.
Fase final o etapa severa
Pasamos ahora a la tercera y última fase de la enfermedad, en la cual el paciente pasa a ser completamente dependiente de su cuidador.
En este caso vamos a observar que algunos de los síntomas de las dos fases anteriores empeoran, además de que se presentan otros síntomas avanzados como los siguientes:
- El paciente pierde su capacidad para poder caminar.
- Presenta dificultad incluso para poder sentarse en una posición adecuada.
- Generalmente ya no consigue reconocer a nadie de su entorno.
- Es habitual que ya no quiera comer, además de que presenta dificultades a la hora de ingerir los alimentos.
- Habitualmente pierde la capacidad de hablar, aunque pueden seguir dando gritos o haciendo ruidos inteligibles
.
Cuánto dura la fase final en personas con Alzheimer
La segunda fase del Alzheimer es una de las más duras de la experiencia en el sentido de que desconocemos la gravedad que puede llegar a alcanzar la enfermedad y, por tanto, el comportamiento del paciente, de manera que es cuando en la gran mayoría de casos se recurre a profesionales en el cuidado de personas con Alzheimer.
No obstante, esta fase que tiene una durabilidad variable, da lugar a la etapa severa, en la cual el paciente comienza lo que podríamos denominar como una cuenta atrás debido al estado en el que ya se encuentra.
Desde que la persona contrae la enfermedad y se empiezan a observar los primeros síntomas hasta su fallecimiento, generalmente transcurrirán entre cuatro y ocho años, aunque se da caso de pacientes que pueden llegar incluso a alcanzar los 20 años de vida desde que contraen la enfermedad.
Sin embargo, la fase final que es cuando la persona se encuentra en peores condiciones a nivel físico y psicológico, presenta una durabilidad variable que puede ir desde apenas unas semanas hasta incluso varios años, pero no existe un patrón definido a este respecto.
Una enfermedad que afecta también a los allegados del paciente
Es muy importante entender que estamos hablando de una enfermedad que afecta no sólo al paciente, sino también a aquellas personas que hay en su entorno.
Esto significa que tanto sus familiares como amigos deberán hacer un esfuerzo extra por comprender la situación y ayudar al paciente a que la calidad de vida sea lo más alta posible.
Esto evidentemente es muy complicado, sobre todo por el cambio de personalidad y comportamiento de la persona enferma, con lo cual, lo mejor que se puede hacer en estos casos es recurrir a los servicios de ayuda a domicilio, a través de los cuales vamos a obtener una ayuda inestimable en su cuidado y tratamiento.
Además, la experiencia de estos profesionales nos ayudará a conocer mejor la enfermedad y, sobre todo, poder centrarnos en los cuidados y la atención familiar que tanto necesita.
No podemos olvidar que esto no es una enfermedad para que la asuma una persona sola, de manera que no debemos renunciar a nuestras vidas tal y como son, sino que deberemos incorporar este infortunio a ellas con el asesoramiento de profesionales que nos acompañen a lo largo de las tres fases.
Al tratarse de una enfermedad que no tiene cura, el desenlace final es inevitable, y el proceso lo deberemos asumir de la mejor manera posible.
Es por ello que hacemos hincapié en la importancia que tiene recurrir a servicios profesionales del cuidado de personas con Alzheimer, ya que nos ayudarán no sólo a que el paciente se encuentre mejor durante el tiempo que le quede, sino que también será un inestimable apoyo para nosotros, sus familiares y amigos.
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