Por todos es sabido que los cambios de tiempo no son lo más indicado para las personas mayores, las cuales presentan una salud más delicada y fácil de alterar. Por ello hablamos acerca de cómo combatir el frío en personas mayores, para lo cual es importante entender la importancia de protegerlos frente a las bajas temperaturas, así como conocer los mejores trucos para tener la seguridad de que disfrutan de un entorno agradable y sobre todo muy saludable.

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¿Cómo afecta el frío en las personas mayores?

Antes de nada vamos a empezar analizando el modo en que el frío afecta a las personas mayores, y es que seguramente, más de uno de nuestros lectores se habrán preguntado en alguna ocasión por qué las personas mayores tienen tanto frío.

Cabe partir de la base de que cada persona tiene una sensibilidad diferente a las temperaturas, pero lo cierto es que a partir de los 70 años, los cambios meteorológicos nos afectan mucho más.

Esto significa que no sólo notamos más el frío, sino también el calor, y sobre todo los cambios bruscos suelen afectar al humor e incluso a las sensaciones y el dolor que puede parecer una persona mayor.

Conforme van pasando los años, nuestro cuerpo va experimentando cambios bastante representativos, entre los que destaca el adelgazamiento de la piel.

A su vez, esta misma piel también tiene una mayor tendencia a la sequedad, lo que hace que cada vez se pierdan más receptores cutáneos que son los que se encargan de regular la temperatura.

Debido a esto, el cuerpo pierde la capacidad de adaptación que tenía hasta hace poco, lo que significa que los cambios bruscos pueden llegar a ser muy difíciles de asumir.

Pero, ¿en qué puede derivar el frío en personas mayores? Lo cierto es que los problemas de frío no sólo están relacionados con el confort, sino también con la salud de las personas de avanzada edad.

Por ejemplo, se pueden agravar algunas de las enfermedades que padezcan, destacando fundamentalmente los dolores de músculos y huesos debido a la presencia de artrosis o reúma.

También hay otras enfermedades que se pueden ver afectadas como los problemas cardiovasculares, problemas respiratorios, hipotermia y otras patologías, siendo los más vulnerables.

Poco a poco, estas personas van reduciendo la actividad que realizan a lo largo del día, lo cual empeorará su movilidad.

Esto dará lugar a un deterioro acelerado tanto a nivel físico como al nivel psicológico, pudiendo llegar a desembocar incluso en problemas de depresión.

¿Cómo combatir el frío en los ancianos?

A la hora de cuidar a los ancianos frente a los problemas de frío, es importante diferenciar entre los cuidados en casa y cuando están en el exterior.

Entre los consejos para conseguir una buena temperatura dentro del hogar, destacan:

• Es muy importante regular la temperatura ambiente, garantizando un entorno adecuado.
• Se deben evitar las temperaturas extremas. Una vez que se haya puesto la calefacción y la temperatura de la estancia sea adecuada, si todavía siente algo de frío, es más aconsejable utilizar prendas o mantas, sobre todo si tiene pensado salir al exterior.
• Las mantas de calor pueden ser muy útiles sobre todo para las articulaciones y las extremidades, ya que muchas veces el anciano no tiene frío, pero necesita reactivar el flujo sanguíneo en estas zonas. Los masajes también son muy efectivos.
• Aunque este en el interior de la vivienda, se recomienda que utilicé prendas de buena calidad y que lo abriguen bien.
• Hay que ventilar la casa al menos cinco minutos al día para garantizar un aire limpio, tarea que se llevará a cabo en las horas de más calor para evitar que se enfríe el interior.
• Es muy importante evitar la corriente.
• Todos los días debe practicar algo de ejercicio físico. Si decide salir al exterior para ello, deberá ir muy bien abrigado.

Estas empresas de cuidado de ancianos a domicilio, también pueden ayudar a la hora de mantener la seguridad de las personas mayores cuando se encuentran en el exterior de la vivienda.

En el exterior

Para protegerlos del frío en el exterior, se deberán tener en cuenta estas recomendaciones:

• La alimentación es esencial para garantizar un cuerpo que resiste no sólo al frío, sino también los virus ya las bacterias. Por ello, deberá consumir todos los nutrientes que necesita, prestando especial atención a vitamina C y a la vitamina D.
• Es muy importante que antes de salir evite exponerse a braseros o sistemas de calefacción que vayan a suponer un cambio brusco de temperatura. Lo mejor es un cambio gradual que evite un choque en comparación con la temperatura exterior.
• También es recomendable que vaya siempre bien acompañado, ya que si en cualquier momento se encuentra mal, podrá ser asistido rápidamente.
• Cuando esté fuera, deberá utilizar prendas de invierno y de buena calidad.
• Si practicar ejercicio físico en el exterior como por ejemplo dando paseos, deberá ir bien abrigado y sobre todo utilizar prendas que transpiren para evitar la sudoración.

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