Practicar deporte es muy recomendable a cualquier edad, pero muy especialmente para las personas mayores que van a obtener unos beneficios fantásticos tanto a nivel físico como psicológico. Es por ello que vamos a analizar los cinco beneficios de la natación para adultos mayores, además de tener en cuenta algunas precauciones que es importante considerar para garantizar la seguridad en todo momento.

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Beneficios de la natación para adultos mayores

La natación en el adulto mayor supone algunas ventajas muy importantes con respecto a otros deportes, de manera que vamos a destacar las cinco principales.

Tiene poco impacto en las articulaciones

Dependiendo del tipo de deporte que practiquemos, vamos a sufrir un mayor impacto en diferentes partes de nuestro cuerpo.

De hecho, raro es el deporte que no supone algún impacto que pueda resultar negativo, muy especialmente si se trata de personas mayores que cuentan con un cierto desgaste o incluso algunos problemas de movilidad.

Sin embargo, la natación es una de estas excepciones que confirman la regla, ya que al estar dentro del agua, el impacto sobre las articulaciones es prácticamente inexistente, de manera que la natación en personas mayores no sólo está indicada para aquellos que tienen bien sus articulaciones pero quieren prevenir el desgaste o la aparición de lesiones, sino que también es ideal para los que padecen diferentes problemas como puede ser el desgaste.

Es bueno para el corazón y la presión arterial

Otro de los beneficios de la natación para adultos mayores es el hecho de que en el agua podemos realizar multitud de ejercicios aparte de nadar, lo que significa que se puede ejercitar cualquier parte del cuerpo, sobre todo uno de nuestros órganos más importantes que es el corazón.

Esto permite fortalecer el corazón y regular la presión arterial, logrando de esta forma que, con tan sólo acudir a unas pocas sesiones, la persona observará que efectivamente se encuentra mejor y más fuerte a lo largo del día, notará que se reduce la sensación de cansancio, e incluso hay personas mayores que pueden dejar de tomar la medicación para la presión arterial cuando comienzan a practicar ejercicio físico con regularidad, algo que es importante recordar que siempre hay que consultar antes con el médico.

Mejora la autoestima

La natación en el adulto mayor nos ayuda a mejorar a nivel físico, pero también a nivel psicológico, y en este sentido, al sentirse mejor tanto por dentro como por fuera, vamos a observar que su autoestima sube como la espuma.

Las personas mayores que practican natación con regularidad se siente más fuertes, más ágiles, con más energía, aumentan sus ganas de hacer cosas, y en general se ven mucho mejor tanto cuando se miran al espejo como cuando realizan cualquier actividad a lo largo del día.

Reduce el estrés

La reducción del estrés es otra de las ventajas innegables de nadar, y debemos recordar que muchas personas mayores sufren altos niveles de estrés por los importantes cambios que han ido experimentando en sus vidas a lo largo de los últimos años.

Precauciones para nadar

Tal y como se puede observar, la natación para adultos mayores es una forma fantástica de garantizar su salud y su calidad de vida, pero es importante que se extremen las precauciones, para lo cual deberemos tener en cuenta los siguientes puntos:

• Calentamiento: si calentar es importante cuando somos jóvenes, lo es aún más si tenemos una cierta edad y vamos a practicar ejercicio físico, ya que es la mejor forma de prevenir lesiones y dolores. El calentamiento se debe realizar antes de practicar ejercicio físico y después del mismo.
• Entrar al agua poco a poco: meterse al agua de forma brusca puede resultar desagradable e incluso ser negativo para la salud de la persona mayor, muy especialmente si tiene algún tipo de enfermedad cardíaca.
• No forzar: una de las cosas buenas que tiene la natación es que el cuerpo consigue mejorar rápidamente y de forma muy eficiente, por lo que nunca va ser necesario forzar para mejorar, sino que poco a poco, la persona y observando que cada vez puede llegar más lejos.
• Alimentación: también es importante controlar bien lo que comemos antes de nadar y el momento en el que comemos. Lo ideal es optar por la dieta mediterránea con abundantes frutas y verduras, y por supuesto es importante recordar que al practicar ejercicio físico, la cantidad de comida que necesitará el cuerpo será mayor.
• El bañador: hay veces que salimos del agua y decidimos pasar un rato de charla o realizar alguna otra tarea, mientras el bañador permanece mojado. Esto no es muy recomendable, por lo que nuestro consejo es que nos lo quitemos lo antes posible.

¿Cuánto tiempo debe nadar una persona mayor?

Se recomienda que las personas mayores practiquen natación al menos dos veces a la semana y con un mínimo de 30 minutos para cada sesión.

Sin embargo, dependiendo de los ejercicios que realicemos, este tiempo puede ser necesario extenderlo, pero de cualquier manera, no hay que forzar, sino dejar que el cuerpo sea el que nos pida estar más tiempo bajo el agua.

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