Es muy importante que tengamos en cuenta que las personas mayores deben practicar ejercicio físico con regularidad, bien adaptado a sus características y condiciones. El yoga es una de las alternativas más recomendables por ofrecer un tipo de ejercicio variado y que se adapta muy bien a todo tipo de personas, de manera que por esa razón vamos a descubrir cuáles son los beneficios del yoga en adultos mayores, y os daremos algunas recomendaciones para que empiecen a practicar y lo vean como algo divertido y muy positivo para su salud.

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Beneficios físicos del yoga para las personas mayores

Lo primero y más importante es saber qué es lo que va a aportar el yoga para personas mayores, de manera que la mejor forma de hacerlo es estudiando cuáles son sus principales beneficios a nivel físico:

• Circulación: practicar ejercicio físico mejora la circulación sanguínea, y en el caso del yoga, además de ser ejercicio físico, también se logra mejorar la postura y reorganizar todos los músculos, tendones y articulaciones para garantizar unos movimientos más naturales y seguros. Todo esto redunda positivamente en la oxigenación de todo el cuerpo, lo que favorece a la piel y al resto de órganos que prevendrán el envejecimiento prematuro y rejuvenecerán con tan sólo realizar algunas prácticas.
• Dolores: buena parte de los dolores que se producen a edades avanzadas parten de las malas posturas o los movimientos incorrectos. El yoga ayuda a mejorar la postura y garantizar movimientos más adecuados, lo que significa que los dolores musculares y los dolores corporales en general se reducirán de forma drástica. La espalda es una de las mayores beneficiarias de esto.
• Equilibrio: la pérdida de equilibrio es algo natural conforme vamos cumpliendo años, lo que hace que estemos más expuestos a caídas y accidentes. Esto es especialmente importante en aquellas personas que han tenido un accidente cerebrovascular o padecen problemas como osteoporosis. En este sentido, el yoga para adultos permite recuperar buena parte del equilibrio, facilitando así gran parte de las tareas diarias y garantizan una mayor seguridad en el día a día.
• Flexibilidad: uno de los mayores problemas físicos que experimentamos conforme vamos cumpliendo años es una pérdida en la flexibilidad de nuestro cuerpo. A través del yoga, con ejercicios muy sencillos y que se van adaptando de manera progresiva, se logrará una mejora muy sustancial a la hora de realizar cualquier tipo de estiramiento, facilitando la elasticidad tanto de los músculos como de las articulaciones. Esto ayuda a mejorar su movimiento a lo largo del día, a la vez que evita la aparición de lesiones.
• Fuerza: la pérdida de masa muscular es algo natural cuando dejamos de practicar ejercicio físico. Si una persona anciana siente que no está preparada para practicar incluso ejercicios sencillos, empieza a generar miedo y llega un momento en el que la masa muscular va descendiendo, dando lugar a una situación muy difícil de revertir. Al trabajar los músculos de forma suave y armónica, no sólo conseguirá mantener la masa muscular sino que además logrará aumentar su fuerza.
• Movilidad: a través de una mejora sustancial en el estado de los músculos, ligamentos y articulaciones, el anciano va a observar una mejora muy sustancial en su movilidad, pudiendo de esta forma realizar tareas para las que hacía tiempo se sentía impedido. Esto también va a favorecer que aumente la cantidad y calidad de ejercicio físico que realice cada día.
• Respiración: una buena respiración es básica para disfrutar de una buena salud, y precisamente en el yoga ayuda a aprender a respirar correctamente. Esto ayuda también a reducir el estrés y la ansiedad, mejorando su capacidad para relajarse.

Beneficios mentales del yoga en adultos mayores

El yoga para adultos mayores también aporta importantes beneficios mentales y psicológicos como son:

• Memoria: el yoga mejora la oxigenación del cuerpo y ayuda a entrenar la memoria, retrasando el deterioro cognitivo y logrando una mayor agilidad mental.
• Estrés: el anciano va a aprender a respirar, vencerá muros físicos y psicológicos y, en definitiva, aprenderá a equilibrar su cuerpo y organismo de forma natural, lo cual redunda en una reducción significativa del estrés.
• Estado de ánimo: otro beneficio del yoga es la mejora en el estado de ánimo, ya que la persona se siente más útil, conocer gente nueva y en definitiva se da cuenta de que su vida es un aporte positivo para las personas que hay en su entorno.
• Sueño: también es muy beneficioso a la hora de mejorar el sueño en los ancianos. Las personas mayores tienen una cierta tendencia a dormir mal, ya sea por no dormir las horas suficientes o por tener un sueño de mala calidad. El yoga consigue mejorar los problemas de insomnio y por supuesto también la calidad de sueño.
• Socialización: al practicar yoga, el anciano para conocer a gente nueva que también está interesada por vivir una nueva juventud, reactivar sus vidas y volver a sentirse útiles. Esto es clave puesto que entre ellos se apoyan y alimentan esta necesidad de volver a sentirse bien y seguir practicando ejercicio y viendo la vida con positividad.

Cómo iniciarse en la práctica de yoga

A la hora de iniciarse en la práctica de yoga, es importante tener en cuenta los siguientes consejos:

• Es importante que se trate de clases de yoga para personas mayores.
• A la hora de establecer metas, es importante ser realistas y tener clara la condición física de cada uno.
• Si existen problemas de movilidad o lesiones previas, es importante indicárselo al instructor.
• Disfruta de cada momento y de cada clase.
• Realizar los movimientos con lentitud; no hay prisa para terminar.
• De avanzando poco a poco, y no esperes realizar las posturas perfectas desde el primer día.
• No compares tu evolución con la de otras personas.
• Es importante tener mucha paciencia, ya que lo más normal es que haga falta un tiempo prudencial para mejorar la elasticidad y lograr avances sustanciales.

Recomendaciones al practicar yoga

• No practicar yoga solo en casa. Es importante que haya un instructor para prevenir lesiones.
• Es importante adaptar la práctica a las posibilidades físicas reales del practicante.
• En caso de que exista algún tipo de lesión o problema ocular u óseo, debe ser puesto en conocimiento del instructor.
• No fuerces las posturas ni los movimientos. Este es un proceso lento pero que se consolida.
• Aclara tus dudas con el instructor.
• Aprende a respirar correctamente.
• Lo ideal es practicar yoga en entornos abiertos y naturales.

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