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¿Qué son las escaras en el adulto mayor?

Las escaras son heridas que se desarrollan en personas mayores o de baja movilidad que permanecen tumbados o sentadas durante muchas horas al día.

Se producen por la presión constante de los huesos contra la silla o la cama, lo que hace que se interrumpa el riego sanguíneo, lo que hace que poco a poco se vaya desarrollando necrosis.

Cabe destacar que, al principio, la escara tiene una apariencia rojiza, y poco a poco la herida se irá abriendo y, si no se trata adecuadamente, puede llegar a convertirse en un serio problema.

Algunos de los lugares más habituales donde se desarrollan las escaras son el fémur, las rodillas, talones, sacro, codos, nuca, parte inferior de la espalda, tobillos y en general cualquier parte del cuerpo donde la piel se afina y exista una mayor tendencia a la presión.

¿Cómo evitar escaras en los ancianos?

Es importante aprender a evitar las escaras como parte del cuidado de personas mayores, ya que de esta forma se previenen tanto molestias como serios problemas de salud, y para ello se deberá tener en cuenta los siguientes puntos:

• Hidratación: una buena hidratación es necesaria para evitar la sequedad en la piel.
• Alimentación: deberá optar por una dieta rica en proteínas, ya que esto le permitirá reforzar la piel, así como ayudar a la regeneración de la misma y de los músculos.
• Humedad: no hay que confundir humedad con hidratación, y es que mientras que la segunda es esencial, en el caso de lo humedad, es muy importante mantenerla bien controlada. Esto es especialmente importante en los meses de calor cuando el sudor es más frecuente, así como en aquellos pacientes que no pueden hacer sus necesidades por sí mismos, ya que las heces y la orina son muy agresivas con la piel.
• Antiescaras: existen sistemas antiescaras a nivel ortopédico, que ayudan a reducir la presión ejercida en las zonas más sensibles.
• Higiene: al menos se deberá proceder a realizar un aseo al día, utilizando jabón neutro y garantizando que la piel queda perfectamente seca. Su entorno, muy especialmente la cama, deberá estar bien limpia, y se utilizarán prendas limpias y suaves.
• Masajes: la realización de masajes de forma regular puede ser beneficioso siempre y cuando se realice poca presión. Se aprovechará para aplicar cremas hidratantes y aceites que mejoren el estado de la piel.
• Movimiento: a través de movimiento también va a conseguir mejorar la circulación sanguínea a la vez que reduce la presión sobre las zonas más sensibles. Levantarse y realizar algún tipo de actividad pude ser muy beneficioso, en caso de que no pueda hacerlo, se deberá cambiar frecuentemente de posición, siendo recomendable que no pase más de tres horas en la misma.

Ahora que sabemos cómo prevenir escaras en ancianos, es importante tener en cuenta todas estas recomendaciones, pero también es posible que las escaras ya se hayan empezado a desarrollar, en cuyo caso debemos aprender a curarlas.

¿Cómo se curan las escaras en ancianos?

La prevención es la mejor forma de cuidado de escaras en ancianos, de manera que lo más recomendable es tener siempre en cuenta los pasos indicados en el apartado anterior.

Sin embargo, si no tenemos experiencia en el cuidado de enfermos o nos encontramos con una situación complicada en la que las escaras ya se hayan desarrollado, entonces es el momento de proceder a su cura.

Para el cuidado de escaras en ancianos una vez se ha desarrollado la herida, se deberá proceder del siguiente modo:

• Es esencial revisar diariamente el estado de la piel, muy especialmente ahora que se ha desarrollado la escara.
• Se deberá proceder a limpiar la herida, para lo cual se utilizará una mezcla de solución salina templada.
• Es muy importante ir retirando bien toda la piel muerta.
• Tras el lavado, es importante secar bien toda la zona para evitar que la humedad pueda fomentar la aparición de gérmenes que pueden acabar desembocando en una infección.
• Se aplicará un producto que permita que la zona se mantenga perfectamente hidratada, evitando la sequedad.
• A partir de ahora se vigilará la presión que se ejerza sobre la zona afectada, de manera que se reducirá al mínimo, favoreciendo la circulación y cicatrización. Para ello existen cojines, colchones y otras piezas que pueden ayudar tanto para las zonas donde se ha desarrollado la escara como para aquellas en las que existe riesgo de que se produzca.

Con esto ya conocemos todo lo que hace falta saber acerca de cómo se curan las escaras en ancianos, y recordar que la prevención es la mejor manera de garantizar la calidad de vida de nuestros seres queridos.

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