Con el paso de los años, nuestro cuerpo sufre diferentes cambios, entre ellos se puede observar una pérdida natural de la fuerza y por supuesto también de la inmovilidad. Por ello es importante entender de qué se trata el síndrome de inmovilismo en el adulto mayor, desvelando las principales causas por las que se produce y analizando algunas de las complicaciones que es importante conocer para poder detectar con la suficiente antelación.

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¿Qué es el síndrome de inmovilismo en el adulto mayor?

El síndrome de inmovilismo en el adulto mayor se refiere a la pérdida de las capacidades a la hora de realizar las actividades cotidianas por parte de las personas en edad avanzada, pudiendo llegar a extremos como incluso el quedarse postrados en la cama.

Se calcula que aproximadamente este síndrome puede afectar a una cuarta parte de las personas mayores, de las cuales, la mitad sufre importantes limitaciones que les lleva a un estado de postración total.

Causas inmovilidad en personas mayores

El síndrome de la inmovilidad en el adulto mayor se puede producir por diferentes causas, generalmente afecciones de salud propias del envejecimiento, entre las cuales destacan:

• Enfermedades musculoesqueléticas: se trata de enfermedades que derivan del deterioro de huesos y músculos, lo cual afecta directamente a la movilidad. Existen muchas enfermedades de esta índole, pero algunas de las más frecuentes son las fracturas, enfermedades en los pies que causan dolor, debilidad muscular, osteoartritis en miembros inferiores y la artritis inflamatoria en las piernas.
• Enfermedades neurológicas: entre las enfermedades neurológicas más comunes que afectan a las personas ancianas, destacan la demencia, el Parkinson, la espondilosis cervical, la neuropatía periférica, la estenosis espinal y la falta de vitamina B12.
• Causas psicológicas: dentro de los problemas psicológicos que pueden causar inmovilismo en adulto mayor se encuentran la presencia de un cuadro depresivo, desesperanza, e incluso el consumo de medicamentos fuertes para tratar otros problemas psicológicos.
• Problemas pulmonares: una mala oxigenación provocada por diferentes factores como puede ser la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hacen que el anciano se fatigue antes de tiempo, lo cual hace que reduzca su movimiento.

Complicaciones de la inmovilidad en el adulto mayor

Cuando una persona se encuentra en esta circunstancia, poco a poco se van a desarrollar determinadas complicaciones de la inmovilidad en el adulto mayor, entre las cuales son más frecuentes las siguientes:

• Pérdida de masa muscular y fuerza.
• Osteoporosis.
• Incontinencia urinaria.
• Úlceras.
• Imposibilidad de mantenerse de pie o caminar sin ayuda de otra persona.
• Riesgo de caídas.
• Incapacidad de realizar actividades básicas.
• Problemas de deglución.
• Demencia.

Tal y como se puede observar, el síndrome de inmovilismo en el adulto mayor puede proceder e incluso acabar desembocando en males mayores, de manera que en el caso de que se observe que una persona mayor está presentando problemas de movilidad, es muy importante acudir al médico con el objetivo de detectar las razones por las que se produce la inmovilización, y por supuesto prevenir las complicaciones derivadas.

En la mayor parte de casos, las mejoras son muy sustanciales y se desarrollan en poco tiempo, pero es importante tener en cuenta que hay algunos casos en los que no se puede actuar del todo frente a las causas que provocan la inmovilidad en personas mayores, de manera que, poco a poco, este problema se irá acentuando, pero siempre con la ventaja de que se ralentizarán los síntomas así como se pospondrá la aparición de las complicaciones el máximo tiempo posible.

Si nos encontramos con un caso de esta índole, la mejor forma de garantizar sus cuidados es estar pendientes de ellos las 24 horas, garantizando que se cubrirán todas sus necesidades.

Al ser esto algo bastante complicado a día de hoy, la mejor solución es contratar los servicios de una empresa de asistencia personas mayores, de manera que puedan estar pendientes en todo momento de las necesidades del anciano, lo que mejorará su calidad de vida y evitará un deterioro acelerado de la enfermedad y las complicaciones que se puedan estar produciendo.

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